La carta que nunca publicó El País [1]
Murcia, 12-X-12
Sr. Director: Aunque a toro pasado, rogaría que me permitiese puntualizar algunos conceptos del artículo de Eduardo Montagut, del 18-marzo-2011 en El País.com comentando la obra del historiador Secundino Serrano y que no había leído en internet hasta fecha reciente, habiendo publicado ya El País diversos reportajes sobre los «españoles en el Gulag».
Leemos en las primeras líneas que “la obra recoge las vivencias de los republicanos españoles, unos 190 […] La mayoría de ellos eran pilotos, marinos y desertores de la División Azul.” Respecto a estos últimos, de los 45.245 combatientes de tal División solo se produjeron 70 deserciones, yendo a parar la mayoría de ellos a los lagers soviéticos, añadiendo que, habiendo caído prisioneros en combate 372 divisionarios, igualmente deportados, resultaría inferior por tanto el número de desertores al de divisionarios en los campos. Estos divisionarios y republicanos presos terminaron allí “dejando aparte su ideología y haciendo buenas migas”, es decir, haciendo causa común frente a las arbitrariedades de los Campos del estalinismo en los que morirían muchos españoles.
Más adelante nos dice Montagut que “uno de los episodios más sorprendentes, según Serrano, se produjo el 2 de abril de 1945 cuando regresaron a Barcelona en un barco griego [el Semíramis, fletado por la CRF] 286 españoles que estaban prisioneros en los campos rusos, de los que 38 eran republicanos y fueron recibidos por un millón de personas, que entonaban el Cara al Sol.” ¿Sorprendentes? Lo sorprendente hubiera sido la ausencia de ese millón de personas recibiéndoles, o que no se cantase tal himno en semejantes circunstancias, puesto que, de estos 286 repatriados que regresaban en el Semíramis, 248 eran prisioneros de guerra de la División de Voluntarios, de la Legión Azul, etc., repartiéndose los restantes entre 19 marinos de la República (apresados), 12 alumnos-pilotos (retenidos), 4 “niños de la guerra” (presos como los demás) y tres obreros españoles cautivos en Berlín y deportados. Para los combatientes de la División 250, fuesen falangistas (un 60%) o no, el Cara al Sol era un himno de referencia cantado por todos tanto en combate como en otras ocasiones.
Indica este autor que el régimen represivo estalinista les sorprendió a estos republicanos “ante la impasibilidad de los representantes comunistas de España [en Rusia]…” Fue algo más: En 2008 apareció un impresionante libro titulado REPUBLICANOS ESPAÑOLES EN EL GULAG 1939-1956, de Luiza Iordache, ‘Premi Memória Doctorat 2007’, publicado por el ICPS de la Universidad Autónoma de Barcelona (obra poco difundida fuera de su ámbito). Resulta ser éste un trabajo muy exhaustivo y documentado, recogiendo además testimonios de los supervivientes. La autora refiere que tanto Carrillo como la Pasionaria, Mije, Uribe, Claudín, Líster o Cartón (agregado a la NKVD) fueron tan culpables como las propias autoridades soviéticas de que aquellos desdichados –algunos de ellos comunistas ‘disidentes‘- fueran a parar al gulag estalinista y muchísimos de ellos muriesen en estos campos de frío, hambre, agotamiento, enfermedades y malos tratos por parte de los agentes de la NKVD. Campos como los de Kolimá, Vorkutá (al norte del Círculo Polar Ártico), Karagandá… y prisiones como la Lubianka o Lefortovo, donde torturaron a los que por allí pasaron. Para saber sobre los avatares de muchos de los ‘niños de la guerra’ en el Gulag ver págs. 47-54, entre otras, en dicha obra.
______________________
[1] El presente escrito es el borrador de la carta que se remitió, con texto algo más resumido, a El País en la fecha arriba indicada, y que aquí ofrecemos íntegro al no haber sido publicado en su momento. En él se concretan unos hechos y circunstancias debidamente contrastados.
José María Hernansáez Dios |
Una inversión de cifras: El Semiramis llegó a Barcelona el 2 de Abril de 1954, no de 1945.
ResponderEliminarSaludos