jueves, 7 de marzo de 2013

Libro: "Extremadura: de la República a la España de Franco". Entrevista a Ángel David Martin Rubio

Reproducimos la entrevista publicada por -elmunicipiotoledo- sobre el libro “Extremadura: de la República a la España de Franco” que se presentará en Toledo el Viernes 15 de Marzo.



-elmunicipiotoledo- ha tenido la fortuna de poder entrevistar a Ángel David Martín Rubio, sacerdote e historiador de prestigio, sobre el último trabajo bibliográfico del cual ha formado parte como coordinador: “Extremadura: de la República a la España de Franco. Una visión historiográfica” (Barbarroja, Madrid, 2012). A lo largo del trabajo, tanto Ángel David Martín Rubio como el resto de colaboradores han indagado en los numerosos mitos surgidos en la región de Extremadura durante los convulsos años de la Segunda República Española, la Guerra Civil Española y la España de Franco, desmontándolos y señalando cuales fueron los hechos históricos reales.
Pero será mejor que nuestro protagonista nos lo cuente con sus propias palabras…
Ante todo, te agradecemos el tiempo que nos dedicas en esta entrevista.

Soy yo el que está agradecido de poder presentar este libro a través de -elmunicipiotoledo-

- En primer lugar, nos gustaría preguntar cómo surgió la idea de llevar a cabo este proyecto sobre una de las etapas más importantes de la historia de España en la región de Extremadura y la razón por la que hay tantos autores implicados.

Desde hace varios años el Foro Historia en Libertad viene actualizando regularmente un suplemento de historia (ahora accesible en Tradición Digital) en el que colaboran numerosos autores que se ocupan de cuestiones relacionadas con nuestro pasado desde las más variadas perspectivas cronológicas y espaciales. Entre esos artículos ocupan un lugar muy destacado los referidos a la España contemporánea y, más aún, a los períodos que abarca este libro: Segunda República, Guerra Civil y España de Franco.

A su vez, el 17 de septiembre de 2011, varias asociaciones promovieron la celebración en la localidad de Castuera (Badajoz) de una Jornada de Estudios sobre “Política y propaganda en la retaguardia republicana. Extremadura, 1936-1939”, en la que participaron –entre otros historiadores- José Javier Esparza, autor de la presentación del libro.

En el volumen que comentamos se recogen los artículos publicados en Historia en Libertad en relación con Extremadura así como las ponencias presentadas a esta Jornada. Todas ellas tienen en común ocuparse de la época considerada (1931-1975) desde una perspectiva exclusivamente histórica y con una temática muy variada, que estimamos de gran interés para el lector. Para mí ha sido una verdadera satisfacción coordinar a una serie de autores que se caracterizan por haber realizado las aportaciones más relevantes a la historiografía del período en la región extremeña: Antonio Manuel Barragán Lancharro, Moisés Domínguez Núñez, Manuel Martín Lobo, Rafael Moreno García, Luis Vicente Pelegrí Pedrosa, Francisco Pilo Ortiz y Pablo Sagarra Renedo. El lector se sorprenderá de ver cómo desfilan ante sus ojos episodios tan relevantes como la manipulación de las elecciones de 1936 por el Frente Popular, el Plan Badajoz o las repercusiones de la muerte de Franco en Extremadura.

Además, este libro es el testimonio de una resistencia sostenida sin medios económicos y sin más arma que el afán intelectual de sus autores frente a la utilización de la memoria histórica como arma de un combate (el término lo utilizan por ellos) caracterizado por frecuentes episodios de pobreza conceptual, deterioro moral, agresividad y eliminación de toda voz discordante. Por eso estimamos que debe ser apoyado, conocido y difundido por los lectores de otras regiones que sufren una agresión semejante.

- Centrándonos en el aspecto histórico de la investigación, ¿cuál fue la responsabilidad del Frente Popular en los sucesos acaecidos en la región de Extremadura desde la victoria electoral de esta coalición en febrero de 1936 hasta el comienzo de la Guerra Civil en julio del mismo año?

Varias de las investigaciones publicadas demuestran que sería inexplicable la Guerra Civil sin el período revolucionario previo que alcanza su máximo una vez que el Frente Popular falsifica el resultado electoral de febrero de 1936 y ocupa el poder, dando el paso a un proceso de liquidación de la oposición y del Estado de Derecho. Pero más grave aún que esto, es que la izquierda –coaligada en el Frente Popular- va a frustrar cualquier esperanza de solución a los numerosos problemas que arrastraba España desde el siglo XIX y que la Segunda República, lejos de resolver, estimula hasta desembocar en un auténtico paroxismo.

- Si por algo es conocida la región de Extremadura en lo referente a la Guerra Civil Española es por la ciudad de Badajoz. ¿Qué se ha dicho que sea verdad de lo sucedido en la plaza de toros de Badajoz y en qué se ha mentido? ¿Cuál fue la actuación real del entonces teniente coronel Juan Yagüe Blanco en la llamada“matanza de Badajoz”?

Precisamente algunos de los colaboradores de este libro son autores de la investigación definitiva acerca de los sucesos ocurridos en la capital pacense. Moisés Domínguez Núñez, Francisco Pilo Ortiz, y Fernando de la Iglesia, en su trabajo (Las matanzas de Badajoz ante los muros de la propaganda, Libros Libres, Madrid, 2010) demuestran, a la luz de miles de documentos, periódicos, expedientes de archivo, testimonios y fotos, que los izquierdistas que informaron sobre la ocupación de Badajoz tuvieron parte principal en la difusión de una versión sobre lo ocurrido en esta ciudad que habla de una matanza indiscriminada en la plaza de toros.

Testimonios como las palabras atribuidas a Yagüe por Whitaker, la crónica firmada por Jay Allen pocos días después de los asesinatos llevadas a cabo por los frentepopulistas en la madrileña Cárcel Modelo y el reportaje aparecido en el diario madrileño La Voz en vísperas del genocidio de Paracuellos quedan completamente desacreditados por su nula credibilidad gracias este análisis. Por el contrario, son más ajustados a la realidad los relatos que corroboran las horas de duro combate en las calles seguidas de algunas ejecuciones pero que niegan expresamente la realidad de una matanza indiscriminada en la plaza de toros. Precisamente la portada de nuestro libro reproduce una fotografía descubierta y publicada por estos autores en la que muestra el estado de dicha plaza en los momentos en que –según la propaganda frentepopulista seguida acríticamente por numerosos historiógrafos- se estaba llevando a cabo dicha matanza.

- Hemos observado que entre los diversos capítulos de la investigación hay uno dedicado a un “tren de la muerte en la Extremadura roja”. ¿Puedes contarnos un breve resumen de aquel “tren de la muerte”?

Además de la crueldad y del testimonio martirial, la relevancia de este episodio -que costó la vida a veinticuatro vecinos de Castuera quemados vivos en las inmediaciones de una estación de ferrocarril-, probablemente radica en la intervención de las autoridades locales (bajo hegemonía socialista) así como de un contingente de milicias a las órdenes de sus respectivos mandos. El mito de la espontaneidad en la violencia frentepopulista resulta, a la luz de éste y de otros muchos casos, insostenible y únicamente se puede hablar de “asesinatos irregulares” por carecer de toda norma jurídica no por haberse llevado a cabo sin la anuencia de los dirigentes. Como afirma José Javier Esparza, la “saca” de presos de las cárceles para su asesinato forma parte de una estrategia deliberada de exterminio en la que «la autoridad política o policial programa el secuestro y asesinato periódico de reclusos a cargo de fuerzas controladas por el propio poder».

- ¿Crees que existe alguna causa razonada por la que los partidarios de la mal llamada “Memoria Histórica” dejan a un lado esos capítulos de nuestra Historia cuando realizan sus particulares investigaciones?

Es curioso que, setenta y cinco años después, es la primera vez que se habla de este episodio en un libro de historia. Los implicados en la mal llamada recuperación de la memoria prescinden de éste y otros episodios porque están implicados en un proyecto meta-político, de carácter cultural, que tiene necesidad de un holocausto, de un genocidio para la descalificación sin paliativos de los vencedores en la Guerra Civil, primer paso para la reivindicación de la Segunda República con cuya presunta legitimidad pretenden conectar a la España actual la izquierda y los regionalismos separatistas.



- También hemos podido comprobar que habéis dedicado una parte de la investigación al poeta Miguel Hernández, muy reivindicado durante estos últimos años por los mencionados partidarios de la “Memoria Histórica”. Normalmente suelen hablar maravillas de él, pero ¿quién era Miguel Hernández? ¿Qué faceta de las que se han dicho de él se acerca más a la realidad?, ¿la del poeta que dedicaba versos a Stalin o la del intelectual defensor de la democracia, de la libertad y de las clases populares?

Probablemente el verdadero Miguel Hernández ha sido ocultado por la propaganda comunista que acabó ganando para su causa a un hombre de prometedoras capacidades que, como en tantos otros casos, el comunismo frustró.

En todo caso, lo cierto es que tampoco la imagen de aguerrido combatiente que la propaganda forjó para el poeta se corresponde ni con su personalidad ni con la realidad y el oriolano prefirió emplearse en misiones vinculadas al control interno del Ejército y a la desmoralización del enemigo. De ahí su labor como comisario político y su visita al frente de Extremadura.

En nuestro caso resulta especialmente significativa su relación con la XVI Brigada Mixta y con el diputado Martínez Cartón, uno de los máximos responsables del sometimiento de la retaguardia extremeña al Partido Comunista. Precisamente, el origen de dicha Brigada está vinculado a uno de los más violentos episodios de depuración interna de la retaguardia frentepopulista: los sucesos de Cabeza del Buey en noviembre de 1936 que costaron la vida a los dieciséis revolucionarios más distinguidos en el motín provocado por la oposición al reclutamiento comunista. Este grupo de anarquistas y algún ugetista fueron fusilados en tres noches sucesivas junto a numerosos derechistas sin ninguna relación con lo sucedido. Sesenta y tres asesinados fueron el resultado de esta matanza llevada a cabo para consolidar el dominio comunista cuando ya había sido muy abundante el derramamiento de sangre.

- Para terminar con las preguntas sobre el conflicto bélico, ¿podrías decirnos cuál fue la mayor masacre cometida por las milicias del Frente Popular en Extremadura durante el periodo en el que continuó ejerciendo su influencia sobre la zona? ¿Cómo justifican, o tratan de justificar, los partidarios de la “Memoria Histórica” ese suceso?

No espere nadie encontrar en este libro una minimización de la tragedia que supuso la revolución y la Guerra Civil en la España de los treinta. Menos aún de los episodios que tuvieron por escenario a Extremadura en general y a la ciudad de Badajoz en particular. Varios miles de personas fusiladas como consecuencia de la aplicación de los bandos de guerra y de los procesos judiciales de naturaleza militar, así como manifestaciones de una represión irregular que se mantuvo hasta fechas muy avanzadas son lo suficientemente expresivas para plantear con toda seriedad la cuestión. Algo semejante cabría decir de las represalias que tuvieron lugar en la zona frentepopulista y que costaron la vida a centenares de personas. Con razón denunciaba José María García Escudero en 1976: «Que yo sepa, ni uno solo de los partidarios de la causa republicana que deploraron sus excesos, por muy sinceramente que lo hicieran (y no lo pongo en duda ni por un momento), no la negaron por eso justificación. Ni se les pasó por la cabeza hacerlo ¿Es mucho pedir que sean consecuentes consigo mismos cuando consideran la posición del bando contrario?».

En cuanto a las matanzas cometidas por el Frente Popular, las poblaciones que sufrieron un número más elevado de asesinados –buena parte de ellos en grandes matanzas colectivas- fueron Don Benito, Cabeza del Buey, Villanueva de la Serena, Castuera, Guareña, Campillo de Llerena y Azuaga. En ocasiones, los crímenes fueron cometidos en grupos menos numerosos de víctimas pero en circunstancias de gran crueldad como lo fue el exterminio de una familia de gitanos en Siruela (relatado en el libro) o los asesinatos de niñas y mujeres en Granja de Torrehermosa y Campillo de Llerena.

Queremos por último resaltar como característico del terror en zona frentepopulista, la persecución religiosa que, no solamente costó la vida a un centenar de sacerdotes y religiosos y a buena parte de las víctimas de condición seglar, sino que fue acompañada de la destrucción sistemática de multitud de edificios y de retablos, imágenes, pinturas y ornamentos sagrados, obras de arte y expresión de religiosidad.


Periódico publicado en Cabeza del Buey por el Partido Comunista

- Durante estos últimos años, aunque ya se estaba viendo desde un tiempo atrás, el tema de la Guerra Civil ha sido uno sobre el que más ríos de tinta se han vertido. Desde la promulgación de la Ley de Memoria Histórica, este asunto ha llegado a convertirse en centro de atención por parte de aquellos partidos políticos responsables de la aprobación de dicha Ley ¿Habéis encontrado algún ocultamiento de información, tergiversación realizada a propósito, o mentira manifiesta en los proyectos elaborados por historiadores afines a la “Memoria Histórica”?

Toda la campaña promovida desde la memoria histórica es un verdadero fraude en el que se privilegia a determinadas perspectivas ideológicas que no son garantía de seriedad y rigor en el manejo de los instrumentos propios del análisis histórico. Como se relata en el libro, uno de los casos más claros de tergiversación ocurrió en diciembre de 2008, cuando las instituciones públicas y privadas que promueven la llamada recuperación de la memoria histórica en Extremadura (entre ellas la Universidad, las Diputaciones de Badajoz y Cáceres y la propia Junta de Extremadura) publicaron en la red unos listados en los que se presenta como “víctimas de la represión franquista”, entre otros muchos que no lo fueron, a un sacerdote asesinado por los milicianos en Badajoz, a una mujer asesinada por unos bandoleros en Monterrubio de la Serena, a un combatiente voluntario en las banderas de Falange o a un hombre que murió como consecuencia de las heridas que sufrió al caerse de un carro... Y citamos solamente unos casos entre cientos. El escándalo fue tal que se vieron obligados a retirar dichos listados inmediatamente de la consulta pública.

Ni siquiera con el cambio de Gobierno autonómico (ahora en manos del PP con respaldo comunista) se ha conseguido que por parte de los responsables políticos y profesionales de la iniciativa se den las explicaciones oportunas acerca de la naturaleza, objetivos, coste y resultados de fraudes de esta naturaleza.

- Además de las asociaciones relacionadas con la “Memoria Histórica”, en estos últimos años también ha habido una notable presencia en los medios de personas que afirmaban que su única intención era encontrar los restos de sus familiares. ¿Crees que su actitud es legítima o que son incapaces de asumir el pasado histórico de España?

El respeto que a la izquierda merecen los restos mortales de los Caídos de la Guerra Civil se demuestra con hechos como uno de los que se relatan en el libro. La profanación de la cruz sobre la tumba de un soldado nacional en el Cementerio de Castuera que denunciamos desde el Foro Historia en Libertad y que no mereció ninguna atención por parte del Ayuntamiento socialista de esta localidad. Compartimos el deseo de que los familiares puedan encontrar los restos de sus deudos que aún sea posible identificar. Pero no se puede olvidar que en esa circunstancia se encuentran descendientes de víctimas de los dos bandos. Por otro lado, los trabajos que se han llevado a cabo en este sentido aparecen rodeados de un sectarismo en la presentación de los resultados y de una carencia de cualquier control que los hace difícilmente verificables.

Ahora bien, tampoco somos partidarios de una glorificación indebida de ciertos personajes ni de que se olviden las circunstancias históricas que rodearon determinadas muertes pues buena parte de las víctimas de la represión en la retaguardia nacional y en la posguerra pueden ser identificadas por su participación en los excesos y crímenes cometidos durante el período revolucionario. Así, por ejemplo, cuando se están rindiendo homenajes a las llamadas “víctimas del franquismo” en lugares como Mérida, los honores van dirigidos –entre otros cientos de casos que pudieran aducirse- a un miliciano procedente de Tarancón (Cuenca) hecho prisionero en La Serena en el verano de 1938 y posteriormente fusilado en dicha localidad, por haber participado en centenares de crímenes, entre ellos, el asesinato del Obispo de Cuenca, Beato Cruz Laplana.

- Para finalizar, ¿cómo piensas que los extremeños, y todos los españoles, pueden acoger un trabajo de estas características en caso de que llegara a sus manos? ¿Piensas que vosotros encontráis más problemas a la hora de dar a conocer los frutos de vuestro trabajo en comparación con autores de otras tendencias ideológicas?

A pesar de las dificultades que no podemos olvidar, nos llena de satisfacción comprobar el eco que despierta nuestro trabajo entre muchas personas que acuden a nuestras convocatorias y siguen nuestras publicaciones. A pesar de la falta de medios económicos y de las dificultades para hacer llegar nuestro mensaje en un horizonte cultural y mediático al servicio de otros intereses, sabemos que somos una voz de esperanza de la sociedad extremeña al margen de las imposiciones de la casta política que no se limita a esquilmar nuestros bolsillos sino que se esfuerza por controlar nuestra mentalidad y nuestras ideas.

Nosotros hubiéramos preferido que se dejara reposar a todos los muertos de la Guerra Civil bajo una cruz que fuera símbolo de reconciliación, unidad y verdad pero si otros prefieren seguir manipulando la historia y emplearla como arma al servicio de su demoledor proyecto político, habrá que recordarles que fueron los frentepopulistas quienes comenzaron a derramar la sangre de sus enemigos sobre las tierras extremeñas. Y no olvidemos que todavía hoy sigue habiendo políticos a quienes les gusta que les llamen rojos y proyectos políticos que se identifican con las imposiciones totalitarias que sufrió la España sometida al Frente Popular.

- Muchas gracias por todo, Ángel David. Volvemos a agradecerte esta entrevista y deseamos que tu trabajo y el de las otras personas implicadas sea valorado como se merece por la sociedad española. Esperamos que en el futuro continúes desarrollando esta labor de historiador que tan buenos frutos está dando a la hora de responder a aquellos que pretenden reconstruir la Historia de España en base a unos sucesos tergiversados y manipulados.

Muchas gracias por vuestra labor a la hora de difundir el resultado de ésta y otras iniciativas similares. Y animamos a los historiadores de Toledo a lanzar al mercado editorial un título semejante a éste con monografías de sucesos acaecidos en la región.

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