viernes, 6 de diciembre de 2013

MOISÉS DOMÍNGUEZ NÚÑEZ: Nuestro “Anthony Quinn” o Ramper-Torero

Hay un dicho que expresa que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Para el trabajo que presentamos hoy podemos decir que detrás de un gran hombre había otro mejor.

Por el año 2000 vino a mi Asesoría un señor cuyo parecido con el actor mexicano Anthony Quinn, (realmente Antonio Rodolfo Quinn, Oaxaca Chihuahua, México, 21 de abril de 1915 - Boston, Estados Unidos, 3 de junio de 2001) era simplemente asombroso. Lo que empezó con una relación profesional finalizó en una amistad que duró hasta el mismo día de su muerte. De una consulta sobre su pensión como torero pasamos a hablar de mil cosas hasta que salió a relucir su faceta artística.
Si antes no había escrito sobre él era porque las cicatrices del dolor que me producía ver sus fotos me impedían escribir más de una línea. El tiempo ha cicatrizado en parte esa pena y me propongo dar a conocer a uno de los hombres más extraordinarios que he conocido en mi vida.



Ramper-Torero


Francisco López Rodríguez conocido en el mundo del toreo-cómico como  “Ramper Torero-Hijo” o simplemente “Triviño” había nacido en Cartagena el 8 de Noviembre de 1927. Era hijo de uno de los más famosos toreros cómicos españoles de la época, José López Triviño que utilizó durante su carrera profesional el alias de “Ramper Torero”. A principios de los años veinte el padre de Paco solicitó permiso al inigualable Ramón Álvarez Escudero para utilizar su pseudónimo en el ámbito taurino-cómico. Éste, según me expreso “Triviño”, se lo prestó sin poner ningún tipo de pegas. A partir de entonces, tanto el padre como el hijo, cuando toreaban  siempre iban vestidos y maquillados al estilo a como lo hacía el gran clown Ramper.

Durante la Guerra Civil compartió con mi suegro Miguel García Pérez amistad y los refugios –hoy felizmente recuperados como museo de la Guerra para el disfrute de los turistas que visitan Cartagena- para protegerse de los bombardeos. Aquellos dos Icues fueron testigos del hundimiento del Jaime I en el puerto de Cartagena y sobrevivieron a la maldita Guerra. Por aquellos azares de la vida solo 70 años después se volverían a encontrar en la casa que Paco “Triviño” tenía en la diputación cartagenera de Pozo Estrecho. El encuentro fue de lo más divertido pues Paco le dijo a mi suegro “Miguelico que viejo estas”, Miguel ,alias “Marquias” le respondió “es que tú no te has visto en el espejo” después siguió un fuerte abrazo y unas risas que se contagiaron a todos los que estábamos allí presentes.

Siguiendo con el relato, al acabar la Guerra, Paco “Triviño” y su familia se trasladan a vivir a un cuarto piso de la calle Villamartín justo enfrente de Capitanía en Cartagena. En aquella época un joven Paco acompañaba a su padre por todas las plazas de España. Junto a él aprendió el difícil arte del toreo-cómico. Este género taurino estaba muy extendido en aquella España de la Posguerra y hacía las delicias de grandes y pequeños. Con 21 años Paco deja aparcada su profesión y es llamado a quintas realizando la mili en el cuartel de Artillería de Cartagena.

En la década los cincuenta llenará plazas de toda España –entre sus parodias favoritas estaba la de pelearse con guantes de boxeo con una becerra o vaquilla, también destacaba por tocar el piano encima de los lomos de estos animales, beber de un botijo sin inmutarse frente al becerro a lo don Tancredo  o realizar su suerte favorita  que era poner las banderillas al toro desde el suelo. A mediados de la década de los cincuenta un representante lo ve actuar y le llama para hacer las Américas.

El toreo-cómico en Hispanoamérica es más complicado y las anécdotas que me contó ocuparían páginas y páginas por ello dejaremos aquí solo algunas pinceladas: En Bogotá (Colombia) un cebú le partió literalmente la cara, perdió varias piezas dentarias, en Lima (Perú) en la Plaza de Acho le echaron un buey de aquella tierra al que no pudo matar pues cada vez que le introducía el estoque en el morrillo le sacaba “dos kilos de manteca”. Ese animal según me contó tenía una especie de joroba al estilo de los dromedarios. En Quito (Ecuador) le echaron una llama que no hacía más que escupirle. Medio en broma medio en serio Paco le dio un puñetazo (con guantes de boxeo) en el centro del coso .El animal cayó medio muerto. El publicó se lo tomó mal y Paco tuvo que salir escoltado por la policía. En la plaza de Puebla (México) sufrió una cornada que casi le cuesta la vida.
El  6 de Noviembre de 1955 se casó en Cartagena  con una morenaza llamada María Montesinos Cavas, para su desdicha no dejaron descendencia.

En 1957 un toro de más de 400 kilos, en la plaza africana de Tetuán, se lo echó a los lomos y le destrozo la espalda. Siguió toreando hasta la década de los setenta en aquellas inolvidables veladas nocturnas de lucha libre y cante jondo en la Plaza de Cartagena. El famoso repórter grafico Canito lo inmortalizó en más de una ocasión (tengo alguna de esas fotos).

Yo tuve la suerte de verlo torear en Cáceres en el año 1973. Iba en la compañía de El Bombero Torero y sus enanos y no olvidaré jamás las carcajadas que arrancó a ese niño que ahora escribe su breve recordatorio. El mundo del toro le dejo múltiples secuelas físicas que me mostraba con orgullo. Me decía : “Esta cornada me la dio un morlaco en tal sitio, este pinchazo hondo en donde Cristo perdió las zapatillas, la espalda la tenía hecha un ocho de los revolcones que me habían dado en aquellas plazas de tercera con becerros resabiados”.
Paco "Triviño"
Anthony Quinn

Una vida de película


Pero si interesante fue su vida taurina lo que me impresiono de él y con lo que me quedaba con la boca literalmente abierta es cuando me contaba su vida en el mundo del cine.

En 1959 o 1960 en una de sus giras americanas coincidió en la Monumental de México con el famoso José Moreno “Cantinflas”, de hecho eran muy amigos y cuando  visitaba México D.F. iba a su casa donde se lo pasaban a lo grande gastando bromas. No hay que olvidar que Cantinflas antes que actor fue torero profesional. El caso es que Cantinflas actuó en aquel festejo benéfico como torero cómico. En el tendido viendo la charlotada estaba Anthony Quinn. Por aquel entonces los productores de “Barrabás” estaban buscando especialistas para rodar las escenas de acción. Quinn pidió a Cantinflas si podía convencer a Paco “Triviño” para que fuera su doble en una película que estaba rodando. El parecido físico de Paco “Triviño” y el actor mexicano era increíble. Paco aceptó la oferta de su amigo Cantinflas y sin pensárselo dos veces se fue con Anthony Quinn a Hollywood. Después de esa película vinieron muchas más: “Los cañones de Navarone “, “Réquiem por un Boxeador”,” Mundo Perdido”, “Viento en las velas  “Y llego el día de la Venganza”, etc.... En los estudios de Hollywood  conoció a una actriz de origen mexicano  que casi le cuesta el matrimonio. El parecido con Anthony Quinn hacía que los seguidores de este actor pararan a Paco por la calle y le pidieran autógrafos. El mundo del cine es efímero y cuando las facultades físicas de Anthony Queen empezaron a decaer también decayó la estrella como especialista de Paco Triviño. Cuando  Anthony Quinn dejó de hacer  películas de acción,  Paco Triviño tuvo que regresar a España.

Con el dinero ganado en el mundo del cine compró una casa en Pozo Estrecho donde vivió hasta el fin de sus días. En una de sus estancias dedicadas al mundo del toro tenía un poster enmarcado de su compañero de reparto “Anthony Quinn”. En el año 2001 muere el actor nacido en México. Para él fue una pérdida irreparable. Puedo decir, pues lo viví con él, que lloró como un niño la muerte de quien había doblado en tantas y tantas películas. A partir de ese momento la luz de Paco “Triviño” fue apagándose hasta que en la primavera del 2005 se nos fue para siempre. Sus restos están enterrados en el cementerio de Pozo Estrecho.



Un breve recuerdo

 
Cuando falleció Paco “Ramper Torero-hijo” o “Triviño” ni el mundo del toreo ni el mundo del cine lloró su ausencia. Tan solo unos pocos familiares y amigos sabíamos de su vida cinematográfica y taurina.

Que sepa el paciente lector que haya llegado hasta el final de este trabajo cuando vea alguna de las películas interpretadas por Anthony Quinn que no era éste sino un TORERO-COMICO nacido en España quien se jugaba el tipo en las escenas más peligrosas. Fue posiblemente el primer especialista español en Hollywood. Hasta siempre MAESTRO.

Moisés Domínguez Núñez

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