Aunque a toro pasado –tuve que cotejar datos-, quisiera hacer referencia al reportaje dedicado a Diego González Ragel, fotógrafo jerezano, aparecido en EXSEMANAL el domingo, día 5 de octubre.
En él se afirma que «al final de la guerra Civil le pidieron que fotografiase los documentos del oro y la plata que se estaban enviando desde el Banco de España a Moscú […], ocultando 31 clichés originales […]. Acabada la guerra, entregó los clichés al Ministro de Hacienda, lo que permitió recuperar parte del dinero en París…».
En primer lugar, a Moscú “solo” se envió oro, amonedado, en lingotes o barras, pero no plata. El gobierno del Frente Popular ya había vendido a EEUU la plata del Banco de España; un total de 1.225 toneladas. En segundo lugar, ni una sola onza de oro enviada a la URSS ha podido recuperar nunca España.
El agente estalinista Aleksandr Orlov, destinado a España en julio de 1936, y quien supervisó el traslado del oro a Cartagena y su embarque rumbo a Odesa, junto a otros mandatarios le oyó decir al propio Stalin: “Los españoles no volverán a ver su oro como yo no veré nunca mis orejas.”
El promotor de esta transferencia fue el Dr. Negrín, entonces ministro de Hacienda. Según especificaba el documento que firmó junto con el presidente de la República, Azaña –clasificado de alto secreto-, estas reservas de oro son “base del crédito público.” Avalaba la peseta. La orden de traslado se dio el 13 se septiembre de 1936.
Aquí se han barajado equívocamente capitales de países relacionadas con los metales preciosos españoles: Madrid-Moscú-París-¿Washington?
Desde el inicio de la guerra, primero José Giral y luego Largo Caballero, ya habían depositado en el Banco de Francia, en París, 257 millones de pesetas oro (casi unas doscientas toneladas de oro), cuyo remanente entregó este banco francés al gobierno de Franco al finalizar la guerra.
A Moscú se enviaron 7.800 cajas conteniendo cada una 63 kg de oro (en total más de 491 toneladas de ese metal). La URSS gestionaba el ‘depósito’ español desde bancos soviéticos en Londres y París, como la Banque Commerciale pour l’Europe du Nord, pero, como digo, sin reintegro alguno.
Veinte años después de los hechos, el hijo de Negrín, Rómulo, siguiendo los últimos deseos de su padre, entregó a las autoridades españolas los documentos de transferencia del depósito del oro del Banco de España a la URSS, los cuales guardaba Negrín en el más estricto silencio.
Ragel fotografió documentos importantes, pero ¿de qué partida se trataba?
 |
| José María Hernansáez Dios |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia o a actos contrarios a la legislación española y a la moral católica. Los comentarios no reflejan la opinión de H en L, sino la de los comentaristas. H en L se reserva el derecho a modificar o eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas. Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.